Puesta a punto de la comunidad para el invierno
El invierno viene acompañado de condiciones climáticas que pueden afectar seriamente a la comunidad de propietarios si no se toman las medidas adecuadas. Desde las bajas temperaturas hasta las lluvias intensas, es fundamental preparar las instalaciones y las zonas comunes para evitar problemas mayores y costosos.
Te ofrecemos 7 consejos prácticos para que tu comunidad esté lista para afrontar el invierno de la mejor manera:
1. Revisión y mantenimiento del sistema de calefacción
Se debe realizar una revisión completa antes de que llegue el frío para evitar sorpresas desagradables.
Lo aconsejable es que la comunidad contacte con un profesional para realizar una inspección del sistema de calefacción, asegurándose de que todos los componentes, como calderas, radiadores y termostatos, funcionen correctamente.
También se debe informar a los vecinos sobre cómo purgar los radiadores, si es necesario, para mejorar la eficiencia.
2. Asegurarse de que las tuberías estén protegidas contra las heladas
Las tuberías expuestas al frío pueden sufrir daños por congelación, lo que puede provocar roturas y fugas de agua. Esto es especialmente importante en zonas comunes exteriores y sótanos.
Se deben aislar las tuberías exteriores y las que se encuentren en zonas con poco aislamiento térmico. Se pueden utilizar fundas especiales para tuberías o cinta aislante térmica para evitar congelaciones.
Si se prevé una bajada importante de temperatura, se puede dejar un grifo ligeramente abierto para que el flujo de agua en las tuberías evite su congelación.
3. Limpieza y mantenimiento de canalones y desagües
Las lluvias y el deshielo pueden causar inundaciones si los canalones y desagües de la comunidad si no están despejados. La acumulación de hojas y suciedad durante el otoño puede obstruir estos sistemas, lo que podría generar filtraciones de agua y daños estructurales.
La comunidad debe limpiar los canalones y desagües antes de que comience el invierno, asegurándose de que el agua fluya correctamente.
Resulta de utilidad colocar rejillas o protectores en los canalones para evitar la acumulación excesiva de hojas y residuos durante el otoño e invierno.
4. Revisar el estado de las ventanas y puertas
El aislamiento es clave para mantener una temperatura agradable dentro de los edificios. Las corrientes de aire frío pueden aumentar el consumo energético y hacer que el sistema de calefacción funcione de manera menos eficiente.
Revisar el estado de las juntas de las ventanas y puertas, sustituyendo las que estén desgastadas. Considera instalar burletes en las puertas y ventanas para evitar la pérdida de calor.
El uso de cortinas gruesas también puede ayudar a mejorar el aislamiento térmico en cada piso de la comunidad.
5. Preparar las áreas comunes exteriores
Las zonas exteriores como jardines, patios y entradas de la comuniad también requieren atención. Las lluvias, heladas y nieve pueden hacer que estas áreas sean peligrosas para los transeúntes, además de dañar plantas y estructuras.
Se deben podar árboles y arbustos que puedan ser afectados por la nieve o el viento, retirando ramas débiles. En cuanto al pavimento, es importante asegurarse de que las superficies no sean resbaladizas. También puedes almacenar sal para hielo y nieve, de manera que los residentes puedan esparcirla en las entradas durante los días más fríos.
6. Comprobar el estado del tejado y las fachadas
El tejado y las fachadas son las primeras líneas de defensa contra las inclemencias del tiempo. Cualquier fisura o teja en mal estado puede permitir que el agua de lluvia o el viento se filtren, lo que podría causar daños graves en las áreas comunes y en los pisos.
Es recomendable realizar una inspección del tejado para identificar y reparar tejas sueltas o dañadas. En cuanto a las fachadas, es importante sellar cualquier grieta que pueda permitir la entrada de agua.
7. Verificar el sistema de iluminación de áreas comunes
Durante los meses de invierno, la cantidad de luz natural disminuye, lo que hace que las áreas comunes exteriores necesiten estar bien iluminadas para garantizar la seguridad de los residentes.
Hay que cambiar, si es necesario, las bombillas en las zonas exteriores, entradas, pasillos y garajes. Utilizar iluminación de bajo consumo o tecnología LED para ahorrar en la factura eléctrica.
Es útil instalar sensores de movimiento para que las luces se enciendan automáticamente cuando alguien esté presente, lo que también ayuda a ahorrar energía.
Preparar tu comunidad para el invierno no solo garantiza que los residentes se mantengan cómodos, sino que también evita problemas graves y costosos como fugas de agua o daños en las instalaciones. Siguiendo estos consejos, tu comunidad estará bien protegida ante las bajas temperaturas y las inclemencias del tiempo.
No dudes en contactar con tu administrador de fincas para planificar estas acciones con antelación y asegurar un invierno tranquilo.
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