¿Qué son las Ciudades Satélites? 

Una ciudad satélite es un término que se utiliza para describir una comunidad urbana que se encuentra en las afueras de una ciudad principal o central.

Las ciudades satélites están generalmente diseñadas para proporcionar viviendas, servicios y empleo a la población que trabaja en la ciudad principal, pero que prefiere vivir en un entorno más tranquilo o suburbano. Se trata de equilibrar la comodidad de vivir en entornos más tranquilos con la accesibilidad a las oportunidades urbanas, brindando a los residentes una alternativa a la vida en el centro de la ciudad.

5 Características de las Ciudades Satélites

Las características comunes de las ciudades satélites son:

• Disponer de áreas residenciales: Suelen ser áreas de viviendas unifamiliares o edificios de apartamentos. Las viviendas están diseñadas para ser más espaciosas y rodearse de áreas verdes.
• Contar con comercios y otros servicios: Las ciudades satélites pueden tener centros comerciales, tiendas y servicios para satisfacer las necesidades diarias de los residentes, reduciendo la necesidad de viajar al centro de la ciudad.
• Dotar a las ciudades satélites de infraestructura de transporte: Las ciudades satélites deben facilitar el desplazamiento de los residentes hacia la ciudad principal, por lo tanto, necesitan carreteras en buenas condiciones y sistema de transporte público. La movilidad y la conectividad efectivas son factores cruciales para el éxito de las ciudades satélites ya que muchos residentes trabajan, estudian o realizan actividades culturales en la ciudad principal.
• Incluir espacios verdes: Los espacios verdes y los parques son un valor añadido para las ciudades satélites ya que los residentes pueden disfrutar de áreas recreativas y de esparcimiento.
• Albergar centros de empleo: Algunas ciudades satélites también pueden albergar centros de empleo como coworking o parques industriales porque buscan, no solo ofrecer vivienda, sino generar empleo y desarrollo económico local.

En definitiva, las ciudades satélites buscan descentralizar la vida urbana, ofreciendo a los habitantes una alternativa a la densidad y agitación del centro de la ciudad a la vez que mantiene la conectividad y la accesibilidad a las oportunidades económicas y culturales proporcionadas por la ciudad principal.

Tendencias en los edificios

La implantación de jardines verticales es una tendencia en el diseño urbano sostenible.

La creciente conciencia ambiental, la necesidad de combatir el cambio climático y la búsqueda de soluciones estéticas y funcionales para entornos urbanos densos han llevado a un aumento en la popularidad de los jardines verticales.

La adopción de jardines verticales puede variar según la región y las características específicas de cada comunidad. Sin embargo, en general, la tendencia hacia prácticas de construcción más sostenibles y la creciente conciencia ambiental respaldan la popularidad de los jardines verticales en el diseño urbano contemporáneo.

Las condiciones climáticas influyen en la viabilidad de los jardines verticales. En áreas con climas más cálidos y soleados, estos sistemas pueden ser más fáciles de mantener. En regiones más húmedas, se debe tener en cuenta la posibilidad de plagas y enfermedades, sobre todo, si no se cuidan adecuadamente.

VENTAJAS DE LOS JARDINES VERTICALES

• Los jardines verticales contribuyen a la sostenibilidad ambiental al mejorar la calidad del aire ya que las plantas en los jardines verticales absorben contaminantes del aire, como dióxido de carbono y compuestos orgánicos volátiles (COVs), y liberan oxígeno. Esto ayuda a mejorar la calidad del aire en áreas urbanas, lo que es especialmente beneficioso dado el aumento de la contaminación atmosférica.
• La vegetación en los jardines verticales actúa como una barrera natural para el ruido, absorbiendo y dispersando las ondas sonoras. Esto puede ayudar a reducir la contaminación acústica en los entornos urbanos.
• Además, estos jardines ofrecen una estética única y atractiva que puede transformar la apariencia de edificios y áreas urbanas, proporcionando un aspecto más verde.
• Otra de sus grandes ventajas es que ofrecen un aislamiento adicional, los jardines verticales pueden ayudar en la regulación térmica de edificios, contribuyendo a la eficiencia energética y reduciendo los costes de climatización.
• Los jardines verticales pueden atraer insectos polinizadores y aves, contribuyendo a la biodiversidad urbana y promoviendo la coexistencia entre la naturaleza y el entorno construido.
• La conexión con la naturaleza ha demostrado tener beneficios positivos para la salud.

INCONVENIENTES DE LOS JARDINES VERTICALES

• La instalación y mantenimiento de jardines verticales requiere de recursos financieros y humanos. Es importante evaluar si la comunidad cuenta con los recursos necesarios para implementar y cuidar estos sistemas de manera efectiva.
• Los jardines verticales necesitan sistemas de riego eficientes para asegurar que las plantas reciban la cantidad adecuada de agua. Además, se deben considerar sistemas de drenaje adecuados para evitar problemas de filtraciones o daños en la estructura del edificio.
• La elección de las plantas adecuadas es esencial. Algunas especies pueden no adaptarse bien a un entorno vertical o pueden requerir condiciones específicas de luz y temperatura.
• La instalación de jardines verticales puede afectar la integridad estructural de un edificio si no se implementa correctamente. Es crucial garantizar que la estructura pueda soportar el peso adicional del sustrato, las plantas y el agua.
• El peso de los jardines verticales puede ser un problema, especialmente en edificios antiguos o estructuras no diseñadas para soportar cargas adicionales en las fachadas.
• Pueden existir regulaciones locales que limiten o regulen la instalación de jardines verticales. Obtener los permisos adecuados puede ser un proceso complicado en algunas áreas.

 

Este artículo es una colaboración con la empresa Selectra

Hoy en día, son cada vez más las comunidades de propietarios que deciden dar el salto al autoconsumo solar fotovoltaico en cualquiera de las modalidades que permite la normativa vigente.

Existen diferentes tipos de autoconsumo en un edificio, en función de quién haga uso de la instalación, de quién sea el propietario de la instalación, de la distribución de la energía por la red interior o a través de la red pública y de la gestión de los excedentes energéticos.

Principales beneficios de instalar paneles solares en un edificio

La instalación de placas fotovoltaicas en un edificio proporciona una serie de beneficios tanto a los residentes como al medio ambiente:

• Reduce notablemente el gasto en la factura de luz a los residentes, así como, su dependencia de combustibles fósiles y de la red eléctrica convencional.
• Permite estabilizar el precio de la luz a largo plazo, puesto que, la luz solar es gratuita y no está sujeta a las fluctuaciones de precios del mercado mayoritario.
• Mejora la huella de carbono de la comunidad, principal responsable del cambio climático, y mejora la calidad del aire.
• Existen incentivos fiscales que permiten reducir hasta un 50 % el coste de la instalación y acelerando el retorno de la inversión (ROI) de los propietarios. Además, muchas empresas instaladoras ofrecen financiación.
• Se puede percibir una compensación económica en forma de descuento en la factura eléctrica, al verter a la red pública el excedente energético que producen las placas, que no se consume en el edificio.
• Combinando la instalación con la mejor tarifa solar con batería virtual se pueden llegar a percibir las facturas de luz a 0 € de por vida. Este servicio permite acumular el saldo del excedente que no ha podido ser compensado en un periodo de facturación, para emplearlo en las siguientes facturas o, incluso, en otras residencias del mismo titular. Su uso conjunto permite aprovechar el 100 % de la energía producida por los paneles.

Pasos a seguir para instalar paneles solares en un edificio

Antes de proceder a la instalación de autoconsumo compartido, se deben de seguir tres pasos previos:

1. Información y organización: Primeramente, se debe de organizar una reunión informativa sobre el proyecto, en donde se exponga la información básica del mismo: en qué consiste la instalación, qué espacio ocupará y cómo se llevará a cabo el reparto de la energía entre los vecinos. De esta manera, se podrá sondear la predisposición de los propietarios a participar, siendo suficiente con ⅓.
2. Presupuesto y condiciones de la instalación: A continuación, se deberá de efectuar un estudio energético del edificio para conocer las necesidades de consumo de las diferentes viviendas, así como, de las zonas comunes, para poder estructurar el borrador del producto y recibir el presupuesto aproximado.
3. Acuerdo vecinal: Con toda la información en mano, se deberá de acordar en junta la zona del edificio en dónde se llevará a cabo la instalación, cómo se repartirá el dinero para financiarla, y los criterios que orienten el reparto de la energía solar.

Finalmente, será la empresa instaladora contratada la encargada de realizar la obra anclando los módulos fotovoltaicos a la cubierta. También se instalará el inversor, el cuadro de protecciones y el contador de producción, conectando todo el sistema de autoconsumo colectivo a través del cableado necesario.